Apropiarse de lo ajeno

Los nubarrones cargados de tormenta oscurecieron lo que en algún tiempo fueron días soleados y festivos para Francisco Xavier Nava Palacios.

Anda muy atareado en la búsqueda de refugio acogedor para ponerse a salvo ante los pronósticos de un clima político y legal torrencial de alcances inusitados.

Ha visto un lugar acogedor por su historia y nombre, perfecto para ocultarse del temporal que se avecina: el Frente Cívico Potosino.

La emblemática organización civil creada por el doctor Salvador Nava Martínez y actualmente dirigida por Guillermo Pizzuto Zamanillo, es el refugio previsto por Nava para sortear las vicisitudes del cuarto año para el alicaído ex alcalde capitalino.

En julio pasado, con la derrota electoral a cuestas, Nava Palacios anunció el “resurgimiento” del Frente Cívico Potosino, con el objetivo de “hacer frente” al gobierno de José Ricardo Gallardo Cardona.

“Resurgimiento” no fue precisamente la palabra más adecuada, pues resurgir es sinónimo de revivir algo que está muerto o aparecer algo que ha desaparecido. Se equivocó al hablar del resurgimiento de una organización presente, activa y viva.

Su labor a favor de la cultura de la democracia y la participación ciudadana está vigente desde hace muchos años, pues no es una institución electorera.

El ex presidente capitalino dio por hecho que por ser nieto del fundador del Frente, tiene derecho a hablar a nombre de la institución y ya se enteró que no es así.

Van a cumplirse cuatro meses desde el anunció del “resurgimiento” del Frente y en los hechos no hay nada, pues no ha logrado convencer a sus integrantes de su proyecto; ha convocado a reuniones al margen de Pizzuto Zamanillo, lo cual es un yerro imperdonable.

“La semilla que sembraron nuestros mayores han dado frutos, y lo mejor que podemos ofrecer al pueblo de San Luis Potosí y a nuestras hijas e hijos es la dignidad de construir una mejor sociedad para todas y todos, una en la que no tenga cabida la impunidad ni la complicidad”, dijo Nava Palacios en referencia al Frente.

Otra equivocación emanada de su arrogancia: hablar de dignidad no es algo que le siente muy bien luego de haber peregrinado por el PRD, PAN y MORENA en su ambición por el poder público.

El concepto de “dignidad” en la narrativa y en el quehacer civilista de Salvador Nava Martínez, se refiere a la actitud y carácter del pueblo, del ciudadano libre, consciente y pensante. La dignidad que enseñó el doctor con sus actos, no tiene nada que ver con la visión del nieto.

El Frente Cívico Potosino se ha sostenido por décadas con la participación de navistas y ciudadanos genuinos, por esa razón, Nava Palacios no ha podido hacerse de la organización. Es algo que no le pertenece, ni tiene la identidad necesaria para fijar posturas políticas en su nombre.

Mejor debería ocuparse de defenderse él mismo de las consecuencias de sus actos como político, el Frente Cívico Potosino es otra cosa.

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