En días pasados, el gobierno estatal anunció que se habían iniciado las primeras obras de construcción de la Arena Potosí, pero después aclararon que se trataba solo de excavaciones para identificar los niveles de cimentación de los terrenos adyacentes a las instalaciones de la Feria Nacional Potosina.
Y es probable que no se trata del sitio indicado, luego entonces, no habría terrenos disponibles de propiedad estatal.
Se trata de un imprevisto verdaderamente sorprendente y refleja que después de todo, sí se trató de una ocurrencia.
Podrían tener la intención de concretar el proyecto, pero desde que se anunció no se tenía certeza de si el sitio deseado es susceptible de soportar una infraestructura de las dimensiones de una Arena para 10 mil personas.
Por lo pronto, será necesario esperar unos días o semanas, para que la Secretaría de Desarrollo Urbano, Vivienda y Obras Públicas concluya el estudio de cimentación del suelo y según las conclusiones que se tengan, se decidirá otro lugar.
El gobernador José Ricardo Gallardo Cardona podría ir pensando en cancelar la obra.
No hay terreno seguro y, por tanto, la obra no se ha licitado.
A días de concluir febrero, el tiempo se va estrechando para lograr el propósito de que para octubre esté lista para recibir el Campeonato y Congreso Nacional Charro.
Tal vez para marzo se tenga ubicado el sitio que necesariamente debe ser de propiedad estatal y luego, emitir la convocatoria pública para licitar la obra, lo cual tiene plazos ineludibles.
De ser así y que todo esté listo para el arranque de obra en abril, quedarían solamente siete meses para sacar adelante el proyecto nacido de un capricho gubernamental.
Es de enorme riesgo realizar obra pública con la presión del tiempo y eso al final suele resultar costoso para el erario, además, del riesgo que implicaría para los miles de asistentes a una Arena que, por la premura del tiempo, quizá no sea de la calidad requerida en su estructura.
No estaría mal que el proyecto espere mejores momentos para sacarlo adelante cuando se tenga certeza, sobre todo, cuando no apure el tiempo.
Bien dicen que es de sabios rectificar.
