Empresas españolas fastidian la vida a los potosinos

Bajo la presidencia de Felipe Calderón Hinojosa, México no sólo abrió el sector energético a las empresas extranjeras, sino también al del agua. Estratégicos, ambos, en el caso de San Luis Potosí las beneficiarias han sido consorcios españoles.

Iberdrola, con la planta hidroeléctrica de Tamazunchale y Aqualia con La presa El Realito.

Recientemente, la Coordinadora de Organizaciones Campesinas e Indígenas de la Huasteca Potosina (COCIHP) denunciaron la contaminación de suelo, aire y agua, así como el impacto nocivo en productos agrícolas, principalmente maíz, cítricos y frutos.

Eso por lo que corresponde a la Huasteca Sur.

En la zona metropolitana de San Luis Potosí y Soledad de Graciano Sánchez, miles de familias vienen padeciendo desabasto de agua potable habida cuenta de las múltiples fallas que presenta el ducto de la Presa El Realito.

Aqualia, llegó a México en 2015 y uno de los principales proyectos que echaron a andar fue el de “operación y mantenimiento del acueducto El Realito (en el límite de los estados de Guanajuato y San Luis Potosí) hasta la zona metropolitana de la capital”.

Desde entonces, han ocurrido 43 fallas, mismas que provocaron la interrupción del servicio de agua a unas 30 y 40 colonias de las zonas sur y oriente.

Esa empresa española no se ha hecho cargo de sus obligaciones y ha retrasado por años una solución a esa problemática. No están dispuestos a invertir en obras para reparar lo que de inicio, se construyó mal.

El INTERAPAS, el ayuntamiento y gobierno del estado, han sido incapaces de obligar a la empresa a pagar fianzas por la constante suspensión del servicio e incluso, se han mostrado timoratos cuando su postura debiera ser de exigencia.

La concesionaria, ofreció desde el año pasado, implementar un plan de acción que nunca se ha aplicado, pues se han limitado a parchar partes de los ductos de distribución para detener la fuga del agua.

Y como si se tratase de molestar a la empresa española, la Junta de Gobierno del INTERAPAS, acordó solicitar el apoyo de la Comisión Estatal del Agua para solicitar que directivos de Aqualia se hagan presentes en una sesión extraordinaria del organismo operador.

“Se llamará a la empresa española para que explique con detalle cuál es el plan de acción para solventar la inoperancia de El Realito; queremos escuchar sus tiempos y su plan de remediación”, tal fue el acuerdo.

Más blandengues, imposible.

No se han atrevido a sancionar a la empresa por incumplimiento de las cláusulas del contrato y mucho menos han pensado en proceder a demandarla.

Les va mejor la sumisión, el histórico vasallaje ante los españoles.

Mientras se pasan de buenas gentes, aunque con ello se vean medrosos, la población enfrenta una de las crisis de desabasto más graves por años.

El alcalde Enrique Francisco Galindo Ceballos no puede con el problema. Ni rezándole a Dios deja de fallar el ducto de la presa.

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