A las diez treinta de mañana de este domingo 13 de noviembre se realizará la marcha “en defensa del Instituto Nacional Electoral”.
El punto de partida, Andador de la Avenida Juárez, frente a la Cruz Roja. Se dirigirá a la plaza de Armas en el centro histórico de la capital.
Hasta hoy, 31 ciudades del país se han sumado a la convocatoria a una movilización bajo el lema “El INE no se toca”.
Las organizaciones convocantes encabezadas por Unidos, del empresario Claudio X. González, piden a los participantes que lleven una prenda color rosa.
En la marcha principal en la Ciudad de México, se anunció que José Woldenberg, quien fue el primer Presidente del antecesor del INE que fue el Instituto Federal Electoral, será el único orador en el mitin con el que finalizará la marcha en el Monumento a la Revolución.
El Frente Cívico Nacional, Capítulo San Luis que encabeza Ramón Zamanillo Pérez no ha informado de quién será el orador aquí.
La convocatoria está abierta a todas y todos, aunque se trata de una estrategia más de grupos fácticos y políticos opositores a la cuarta transformación.
Como no podría esperarse otra cosa, se oponen a la reforma electoral presentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La rechazan del mismo modo en que han venido oponiéndose a todo.
Se presentan como “sociedad civil” y en realidad forman parte de los partidos políticos.
Por ejemplo, el ex candidato derrotado a la gubernatura por la alianza “Sí por San Luis”, César Octavio Pedroza Gaitán, anunció desde hace unos días: “Yo si iré a la marcha, yo defiendo al INE”.
Hacen su lucha y eso está bien.
Es la “sociedad civil” de los partidos políticos que rechazan la reforma por una sencilla razón: elimina las prerrogativas para gasto ordinario, les dotarían de presupuesto público solo para los procesos electorales.
Eso no les gusta: para el año que entra, los partidos políticos nacional se repartirán recursos por más de seis mil millones de pesos.
Será importante constatar la dimensión del movimiento en defensa del INE. Para tener peso, sería necesaria la participación de miles y miles de personas, que la avenida Juárez y la plaza reúnan una masa humana incuantificable.
Eso está por verse.
En este tipo de protestas, el número sí cuenta.
Más, si se toma en cuenta que, de acuerdo con una Encuesta del propio INE, nueve de cada diez ciudadanos están a favor de la reforma.
