Marcela Zapata Suárez del Real insiste en que el proceso de elección de la dirigencia municipal de Acción Nacional en la capital va mal.
La candidata opositora a la corriente “azuarista” se está encontrando muchas piedras en el camino, de modo que queda claro que no hay piso parejo.
El de ella, es cuesta arriba e intrincado por la simple razón de que propone un cambio radical en un partido en el que manda un grupo cerrado.
Desde el Comité Directivo Estatal, por la madrugada se realizan llamadas telefónicas a las y los panistas con derecho a voto el próximo domingo. Les dicen que hablan a nombre de Marcela Zapata. El objetivo es generar molestia por esa comunicación a deshoras.
Otras llamadas, son de una presunta encuesta en la que quienes llaman afirman que Ana Cristina Govea Salazar va en la delantera y que, por ello, lo más conveniente es votar por ella.
La candidata Zapata ha hecho responsable de esas irregularidades al Comité Estatal que encabeza Verónica Hernández Rodríguez quien, por cierto, utilizó esa misma táctica cuando fue candidata a la dirigencia estatal.
No obstante que Zapata Suárez del Real responsabiliza al Comité Estatal de esas malas prácticas, a través de un boletín de prensa, Verónica Hernández “llamó a las candidatas a promover un proceso de altura que fortalezca al partido”.
¿Quién le hará a ella un necesario llamado para que no se entrometa en la elección para favorecer a la candidata de Xavier Azuara Zúñiga?
Bien podría ser el Comité Ejecutivo Nacional el que intervenga y exija a la dirigencia estatal imparcialidad y mesura.
A cinco días de la elección, el escenario por venir no puede ser otro sino el del conflicto y el reclamo por las argucias emprendidas. Los vicios panistas en vez de atenuarse parecen cubrirlo todo.
Una raya más en la historia ominosa en el blanquiazul. Aún falta que crucen el pantano del domingo 9 de octubre.
