Maquillan cifras de incidencia delictiva para “vivir sin miedo”

Por: Eldato

Con el fin de aparentar una disminución en la incidencia delictiva y mantener la ilusión de que en San Luis Potosí se puede “vivir sin miedo”, la Fiscalía General del Estado (FGE) podría estar manipulando las cifras de incidencia delictiva que proporciona al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

De acuerdo con las estadísticas publicadas cada mes por el SESNSP, con base en la información que le brindan las procuradurías o fiscalías estatales, de enero a mayo del 2022, la incidencia delictiva en San Luis Potosí aumentó y los robos en general, también han ido al alza, sin embargo, a pesar de esta tendencia alcista, en lo particular los hurtos a Casa Habitación, Negocios, Vehículos y atracos a Transeúnte muestran fluctuaciones a la baja, en comparación con años anteriores.

Estas cifras, han permitido que las autoridades presuman resultados en materia de prevención del delito, que bien podrían ser una simulación, porque ¿Cómo es posible que mientras aumenta la cifra total de hurtos, las modalidades más importantes vayan a la baja y otras a las que se les presta menor atención sigan en los mismos niveles?

La estrategia parece muy simple: la FGE estaría reclasificando algunas denuncias por este delito para reducir, por lo menos en las cifras, la incidencia de aquellos que más afectan el patrimonio de los potosinos.

Veamos: según las estadísticas más recientes, en mayo pasado se denunciaron 1 mil 618 robos. Se trata de la cantidad más alta desde 1997, cuando el Sistema Nacional de Seguridad Pública comenzó a publicar reportes mensuales, sin embargo, la Fiscalía General del Estado clasificó el 55% de las denuncias (890) en la categoría de “Otros Robos”, aquellos de los que no se ofrecen más datos y aparentemente serían sin relevancia.

A nivel nacional entre enero y mayo se denunciaron 250 mil 220 en total, de estos solo 74 mil 716 fueron clasificados en la categoría de “Otros Robos”, es decir el 29.86%. Si solo tomamos en cuenta el mes de mayo, en todo el país se denunciaron 51 mil 763, de los cuales 16 mil 199 fueron clasificados como “Otros Robos”, es decir el 31.29%.

Si se comparan las cifras con las de los tiempos de ‘la herencia maldita’, en esos años la categoría de “Otros Robos”, por lo regular, absorbía una tercera parte del 100 por ciento, por lo que resulta inusual que ahora esa categoría acumule más de la mitad.

Pero, no basta decirlo, hay que probarlo, así que veamos las cifras oficiales:

En 2021 se denunciaron 14 mil 108 robos en total, con un promedio mensual de 1 mil 175.6; de estos, en promedio, 374 iban a la categoría de “Otros”, es decir, alrededor del 31%.

Si queremos ir más atrás, en 2020 se denunciaron 12 mil 774, de los que 4 mil 147 fueron a “Otros Robos”, es decir el 32%.

En 2019, el cuarto año del sexenio “Carrerista”, se registró la cantidad anual más alta de hurtos: 16 mil 495 casos, y la categoría de “Otros Robos” absorbió 5 mil 418 casos, cantidad equivalente al 32.84% del total.

Y si nos remontamos al 2018, en ese año de 13 mil 991 robos, 3 mil 797 fueron catalogados como “Otros Robos” es decir el 27.13%.

Sin embargo, a partir de febrero de 2022 la situación cambió drásticamente.

En enero, se registraron 1 mil 138 robos y de estos 322 fueron a la categoría de “Otros Robos”, es decir el 28.29%; pero para febrero se registró un brusco repunte en esa categoría: de 1 mil 179 denuncias, 498 fueron clasificadas como “Otros Robos”, el equivalente al 42%; y en marzo, cuando se denunciaron 1 mil 440 robos en total, la fiscalía envió 664 a “Otros Robos”, el 44%.

Incluso en abril, cuando las denuncias por este delito patrimonial tuvieron un descenso en comparación con marzo previo (1 mil 222 casos), este comportamiento se mantuvo: el 41.81% (511) fueron inscritos como “Otros Robos”.

No obstante, es en las cifras correspondientes a mayo pasado, recién publicadas por el SESNSP, donde esta estrategia parece más evidente: el 55% de las querellas por robo, fueron clasificadas como “Otros Robos”.

A reserva de que las autoridades de seguridad lo aclaren, ello parece indicar que ante la imposibilidad de dar resultados, las cifras se manipulan para crear la ilusión de una disminución en ciertos rubros de la incidencia delictiva.

Además, otro aspecto que cabe destacar es que anteriormente la gran mayoría de los “Otros Robos”, según las estadísticas, eran cometidos Sin Violencia, modalidad que ha cambiado, pues en el 2022, la cifra de “Otros Robos Con Violencia” se disparó de 93 casos en abril a 324 en mayo. Es decir, un repunte del 324%.

Mientras tanto, durante todos estos meses, los hurtos a casa habitación y a transeúntes, según las cifras entregadas por la FGE al SESNSP, se mantuvieron por debajo de los 100 casos; los robos a negocios, por debajo de los 200 que eran el promedio durante el 2021 y los de vehículos también reflejaron notorios descensos.

Quizá el Fiscal José Luis Ruiz Contreras pueda explicar qué clase de robos van a esta categoría y por qué muchos de ellos, ahora, se están cometiendo con violencia.

Mientras tanto, todo esto hace pensar que la FGE estaría “maquillando” cifras, para hacer creer a la opinión pública que la incidencia delictiva en la entidad ha disminuido, cuando claramente va al alza.

El SESNSP aclara que los datos de incidencia delictiva que publica cada mes, se refieren a presuntos delitos registrados en las Agencias del Ministerio Público y reportadas por las Procuradurías Generales de Justicia y Fiscalías Generales de los 32 estados del país, instancias responsables de la veracidad y actualización de las cifras.

El de San Luis no sería ni el primer, ni el único caso de manipulación de datos: organizaciones de la sociedad civil, México Evalúa y Causa Común, han realizado estudios que revelan el manejo de cifras en reportes oficiales de seguridad.

En 2021, por ejemplo, Causa Común denunció que había anomalías o subregistro en feminicidio, extorsión, secuestro, robo a transeúnte con violencia, robo de vehículo con violencia, violencia familiar y narcomenudeo.

Ya en marzo de este año, Causa Común insistió en que “La disminución en las cifras de violencia… no se debe a que las estrategias para pacificar al país estén dando resultados, sino a un subregistro de delitos”. La organización reiteró que los datos reales en feminicidio, secuestro, extorsión, robo a transeúnte con violencia, violencia familiar y narcomenudeo no están siendo reportados por autoridades estatales, y que las federales, no piden aclaraciones al respecto.

La organización citó ejemplos: Coahuila, que registró una disminución de 36% en el número de víctimas de homicidio doloso de 2020 a 2021, pero reportó un incremento de 26% en el homicidio culposo; Tabasco, donde en ese mismo periodo disminuyo 25% en las víctimas de homicidio doloso, pero un incremento de 41% en el culposo. Sinaloa registro una baja de 25% en el homicidio doloso y un incremento de 12% en el delito culposo.

San Luis Potosí todavía no está entre las entidades señaladas por Causa Común, pero no sería descabellado que próximamente lo estuviera, dado el manejo irregular que está haciendo la FGE a cargo de José Luis Ruiz Contreras de las cifras de incidencia delictiva.

Vale la pena decir que ni en los peores momentos de la pasada administración, cuando la incidencia delictiva se elevó a niveles históricos en más de una ocasión, hubo una manipulación de las cifras tan evidente.

Para rematar, los recientes hechos de violencia reflejan que en materia de seguridad hay una gran distancia entre la realidad y el discurso de las autoridades que proclaman a diestra y siniestra que el “cambio ya se nota”, tan es así que el gobernador dice que ya le sacó “tarjeta amarilla” a todo su gabinete de seguridad.

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