Por: Don Pepe
Fue una gira desangelada, sin vigor ni enjundia.
Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz no despertó entusiasmo más allá de los partidos que la postulan. En la capital, presunto bastión de Acción Nacional, una plaza de El Carmen con escasa concurrencia.
Bastó el pequeño corredor entre el Teatro de la Paz y el Museo de la Máscara para dar cabida a unos cuantos cientos de asistentes.
En la colonia Industrial Aviación, el panorama fue similar.
El poder de convocatoria de la precandidata quedó en evidencia; definitivamente, no arrastra multitudes.
Sonrisas por todos lados, es al parecer lo único capaz de hacer ante sus simpatizantes, mientras que su discurso tan plano como soso, mostró a una Xóchitl insegura, acartonada y fría, que debe recurrir a la lectura de tarjetas informativas.
Algunos medios de comunicación le abrieron espacio mediante entrevistas a modo, de las que no aportó nada de interés para las y los potosinos.
Verborrea en vez de mensaje político serio.
Por ejemplo, dijo que cuando ella sea presidenta, San Luis Potosí será una potencia mundial.
El chiste se cuenta solo.
Con pleno desconocimiento de la problemática capitalina en el tema de abasto del agua, la precandidata cayó en lugares comunes, como esa de que, si el gobierno federal se hiciera cargo del servicio, no habría problemas.
Absurdamente, redujo la crisis hídrica a que faltan plantas de tratamiento de aguas residuales; de ese tamaño su desconocimiento de una problemática que, según el ayuntamiento, afecta a medio millón de personas.
En Ciudad Valles la concurrencia fue menor, así que la precandidata le dedicó más tiempo a una comida privada con empresarios y ganaderos de la región, lo que algunos medios huastecos reseñaron como una “comida fifí”.
Se ha afirmado en distintos espacios informativos nacionales, que la campaña de Xóchitl no levanta y eso lo confirmó en su visita a San Luis.
