Rumbo el fracaso plebiscitario

A la oscura sombra de dudas y sospechas, este domingo se realizará el plebiscito para la municipalización de Villa de Pozos.

El primer ejercicio de democracia participativa mediante la cual las y los ciudadanos tomarán una decisión trascedente, ocurrirá en un contexto cargado de intereses político partidistas que han suplantado una expectativa ciudadana que nunca prendió ni entusiasmo a nadie.

El ambiente presente no es el que tendría que privar cuando se trata de una consulta surgida de una real demanda ciudadana.

Tan es así, que el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana espera una participación del diez por ciento de los 669 mil 525 ciudadanos con derecho a expresar su opinión en las mesas receptoras.

De ser así, no habrá manera de legitimar elevar a categoría de ayuntamiento 59 a la actual Delegación Municipal.

Lamentable forma de desperdiciar un instrumento de tanta importancia para la democracia como es el plebiscito.

En razón de lo anterior, el gobierno de José Ricardo Gallardo Cardona, principal impulsor de la municipalización de Villa de Pozos, en aras de lograr una participación menos indecorosa ha movido al Partido Verde Ecologista de México para que se ocupe de llevar gente a las mesas receptoras.

Esto, considerado como una intromisión desde el poder público estatal, ha sido denunciada y por supuesto, ha sido negada por el propio mandatario que ha minimizado tal denuncia al considerar que es “politiquería”.

El plebiscito no pasará de ser el protocolo necesario para ratificar una decisión tomada desde palacio de gobierno con el respaldo del Congreso del Estado y de la autoridad electoral local.

La pregunta a responder es: ¿Estás de acuerdo en que Villa de Pozos sea municipio?

Las opciones son sí o no.

Sea cual sea la respuesta, surgirá en una densa cortina de desinformación, pues el CEEPAC hizo muy poco para dar a las y los capitalinos la información necesaria y suficiente para estar en condiciones de responder a esa pregunta.

Durante los últimos meses, en ese organismo hubo más ruido que nueces; nunca fueron a lo esencial que era informar a la ciudadanía sobre los pros y contras.

Es muy probable que, desde el punto de vista de la participación ciudadana, el plebiscito sea un fracaso.

Pero eso no le importa al ejecutivo ni a su partido, su ambición está puesta en controlar el municipio 59 de la entidad.

Es una pena y es un golpe a la democracia participativa, lamentablemente así opera el gobierno del cambio.

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