De visita en la capital potosina, la senadora priista Beatriz Paredes Rangel, reconoció que la crisis del Revolucionario Institucional aún no ha tocado fondo.
En un encuentro con priistas, la ex gobernadora de Tlaxcala lanzó un juicio autocrítico a sus correligionarios: “hay que dejarse de abusos y raterías”.
Los excesos desde los gobiernos del revolucionario Institucional llegaron a colmar a una sociedad que votó en contra de esos abusos, subrayó.
En primera fila la escuchaban los ex gobernadores Teófilo Torres Corzo y Horacio Sánchez Unzueta, el ex alcalde capitalino, Mario García Valdés y el presidente municipal Enrique Francisco Galindo Ceballos.
Los abusos y raterías, dichos así, en genérico, por la ex presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI debieron calar en su fuero interno a alguno de los presentes, entre los que se encontraban diputados, ex diputados y ex presidentes municipales.
Ni modo que los abusos y raterías desde los distintos espacios de gobierno los hayan cometido priistas de todo el país, menos de San Luis Potosí.
A todos los metió en el mismo saco, pues la crisis del partido, dijo, tiene origen en la pérdida de confianza de la ciudadanía.
“A la ciudadanía no le gustan los priistas abusivos”, subrayó quizás, pensando en Alejandro Moreno Cárdenas o tal vez en Enrique Peña Nieto. Hay tantos y tantos que la lista es interminable.
Por ejemplo, la escuchó decir eso de los priistas abusivos, el ex diputado local, Oscar Bautista Villegas, de notable intervención en el escándalo de la Ecuación Corrupta.
Pero, en fin, todas y todos los presentes en la explanada del auditorio Plutarco Elías Calles le aplaudieron sin chistar.
Los más entusiastas eran algunos dirigentes y ex dirigentes de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos, unos ya con bastón para ayudarse a caminar.
Paredes Rangel limó un poco esa brusquedad y les contó a los presentes que “la ciudadanía nos aprecia, nos respeta, nos valora y reconocen que tenemos experiencia en el gobierno, pero que no les gustan los priistas abusivos; por eso, debe haber un enorme esfuerzo para reconquistar la confianza ciudadana”.
Pues sí, la gente “no quiere más abusos ni ratería”, pero el mensaje parece estar llegando demasiado tarde.
El PRI se está esforzando por no desaparecer y vaya que le está costando mucho trabajo.
Para los priistas la visita fue todo un acontecimiento, tanto carecen de figuras, que cualquier cosa les parece una fiesta.
El alcalde Galindo Ceballos no desaprovechó la oportunidad y como primer priista del estado, dijo que el partido estará listo para las elecciones del 2024.
