El derrumbe de un puente trajo a la memoria a distinguidos panistas que gobernaron a México y a San Luis Potosí.
A Vicente Fox Quezada, Felipe Calderón Hinojosa y Marcelo de los Santos Fraga, se les recuerda por una tragedia: a la altura del kilómetro 2 de la autopista Cerritos- Tula, Tamaulipas, colapsó un puente dejó un saldo de un muerto y cuatro heridos.
A finales del gobierno de Fox, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes junto con la Junta Estatal de Caminos proyectaron y adjudicaron la obra.
Se inició la construcción en 2007, en la administración de Felipe Calderón Hinojosa. El gobernador era Marcelo de los Santos.
Calderón inauguró la obra en agosto del 2010, la inversión fue de mil millones de pesos y el gobernador era Fernando Toranzo Fernández.
La autopista fue concesionada al sector privado con un contrato a 30 años.
Ayer se derrumbó el puente y en sus redes sociales a las que son tan habituales a comentar cualquier cosa, ni Fox ni Calderón han dicho nada. Tan pródigos que son en sus críticas constantes al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pero ahora se quedaron callados.
El gobierno de José Ricardo Gallardo Cardona anunció el inicio de una investigación a fondo para deslindar responsabilidades.
Es de corrupción el tufo que desprende ese fatal acontecimiento.
Cuando Calderón la inauguró, presumía que su gobierno estaba haciendo historia por ser el que más autopistas ha construido en la nación.
El caso le puede ser muy útil al gobernador Gallardo, que de ser acusado por parte de “los conservadores” por la presunta comisión de ilícitos, pasará ahora a acusar a un ex gobernador y a dos expresidentes por su probable responsabilidad en el caso del puente colapsado.
Lo más lamentable es la muerte de una persona, lo cual obliga a que se investigue a fondo, se expliquen las causas del derrumbe y de ser necesario, se castigue a los responsables.
