Hoy es primero de abril y empieza la cuenta regresiva para la revocación del mandato a celebrarse el día diez.
Proceso de consulta histórica a la sociedad para definir si el presidente Andrés Manuel López Obrador, continúa en el cargo hasta el fin del sexenio o lo abandona.
Se trata de un ejercicio de democracia participativa que jamás se ha realizado en México, aunque es algo que en otros países se encuentra ya establecido.
La revocación del mandato representa la oportunidad constitucional, para que quienes no están de acuerdo con el presidente, lo descarten para continuar ejerciendo el poder para el que fue electo en 2018.
Será un día complicado, el diez, es Domingo de Ramos, el inicio formal de la Semana Santa.
Irán a las casillas quienes realmente tengan voluntad de participar y el ambiente, sobra decirlo, no ha sido el más propicio desde que dicho proceso arrancó primero como una consulta ciudadana para exigir la celebración de la revocación del mandato.
Al respecto, Martín Faz Mora, consejero del Instituto Nacional Electoral, en entrevista con el periodista Julio Hernández López en el programa informativo “Julio Astillero” que se trasmite en redes sociales, reconoció que “no estamos haciendo lo que quisiéramos hacer, incluso nosotros mismos al interior del INE”.
“Aún contra todas las narrativas que se han venido dando, nosotros hubiéramos querido hacer una revocación de mandato en los términos en que se debiera de hacer, sobre todo, por ser un evento histórico y al realizarse por primera vez un ejercicio ciudadano de esta naturaleza, habríamos querido hacer un ejercicio pleno “.
Sin embargo, admitió, no ha sido así.
Por ejemplo, citó “la problemática presupuestal” que llevó a hacer ajustes operativos y logísticos que “nos permite hacer una revocación de mandato apenas en las condiciones posibles, más no las deseables”.
Y no solo eso, también está la discusión entre la institución electoral, actores políticos y la presidencia respecto de la promoción de la revocación del mandato, a lo que también se añade “la polarización”
En ese sentido, el consejero dijo que “hay una serie de elementos que van a dificultar la participación, sin embargo, no la van a inhibir”.
Lo cierto, apuntó, es que hay un sector de la población que aunque se hubieran puesto todas las casillas no habrían ido a votar por lo que han señalado, pero para el INE, acotó, “mientras más gente participe, mejor”.
No se está haciendo en las condiciones ideales sino en las condiciones posibles, reiteró.
Para la revocación deberían instalarse 160 mil casillas, pero solo será el 35 por ciento lo que corresponde a poco más de 57 mil en todo el país.
Con independencia de los comentarios del consejero Faz y su reconocimiento de que no se ha hecho lo mejor que se podía para lograr un ejercicio ampliamente participativo, la decisión está en las y los ciudadanos.
Participar es importante en tanto que se trata de un ejercicio inédito de participación ciudadana en el marco de la democracia participativa: no solo hay que quejarse, hay que actuar.
